Ensayista, narrador, cronista, poeta, purista
del lenguaje, gramatologo y critico literario ..

lunes, 10 de agosto de 2009

La sentencia de López Michelsen

“No veo sustituto de Uribe”


Efectivamente, ésta fue la sentencia del presidente López Michelsen hace algunos años cuando apenas comenzaba a perfilarse la primera reelección del presidente Uribe. Con la lucidez y el tacto analítico que lo caracterizaban, había sopesado las capacidades de cada uno de los integrantes del grupo de presidenciables que en los últimos tiempos vienen haciendo cabriolas para apoderarse de la presidencia de la república. La frase, lanzada en una entrevista que le concedió al periodista Yamid Amad, sorprendió al país entero, originó hartísimos comentarios y le cayó como un baldado de agua fría a los eternos candidatos, particularmente a Horacio Serpa, quien en esos momentos ya se encontraba organizando su tercera y última aspiración presidencial.
Está claro que, con esta enfática premisa, López Michelsen descalificaba, sin excepción, a todos los engolillados aspirantes al sillón presidencial, empezando con los emblemáticos exponentes del hoy desprestigiado Partido Liberal, pasando por los embriones politiqueros de la coalición uribista y terminando con los alebrestados líderes del Polo Democrático. Asimismo, con su certera apreciación, el ilustre ex mandatario invitaba a la reflexión nacional y de manera tácita exhortaba al sentimiento colectivo a votar nuevamente por el presidente Uribe Vélez. Y, en efecto, no se equivocó, porque su sentencia se ratificó en mayo de 2006 con el aplastante triunfo de la reelección uribista, la cual superó el 62% del electorado y dejó por el suelo al candidato del oficialismo liberal, que escasamente alcanzó el 11% del la votación total..
Y como pinta el panorama en la actualidad, parece que la sentencia del antiguo padre del MRL, dos años después de su muerte, sigue igual o con mejor vigencia. Porque, es evidente que ninguno de los cuasi presidenciables que hoy integran el profuso abanico de precandidatos goza de la aceptación nacional ni proyecta la simpatía selectiva que debe inspirar un verdadero líder popular, y la gran masa ciudadana, consciente de esta pobreza, nuevamente se dispone a respaldar el ambicioso proyecto de la trielección presidencial. Una determinación que se fundamenta, desde luego, en la objetividad, pues el pueblo es testigo del trabajo inagotable y valora el fabuloso programa de gobierno que viene desarrollando el presidente Uribe, sobre todo, en el campo social, en la confianza inversionista y en lo relacionado con la seguridad democrática.
En otras palabras, está claro que el presidente López significaba con su apreciación la no existencia de un personaje idóneo y competente para ejercer la jefatura del Estado. Esto contrastaba notablemente con la posición del doctor Laureano Gómez hace un poco más de cincuenta años, cuando se inició el Frente Nacional y dio a conocer al país una lista de cuarenta personajes que él mismo calificó de “presidenciables”, todos aptos para ocupar cualquiera de los cuatro períodos del acuerdo bipartidista. En ella estaban incluidos, naturalmente, los dos Lleras, Valencia y Pastrana Borrero. En la actualidad, y haciendo eco en la sentencia de López Michelsen, todos quedan reprobados, desde Juan Manuel Santos hasta Germán Vargas Lleras, pasando, sin excepción, por todos los ilusos que proponen sus nombres para ser precandidatos.
Por estos días, observamos también la posición discreta y silenciosa que mantiene el presidente Uribe frente a esta encrucijada. El, mejor que nadie, sabe que ninguno de los politiqueros que sabanean por la Casa de Nariño y le hacen carantoñas reúne las condiciones excepcionales para reemplazarlo. En otras palabras, no hay un líder natural que irradie una confianza plena y sea capaz de ganarse la voluntad del pueblo. Por eso, recientemente, manifestó en una entrevista: “La verdad es que yo tengo que ser muy prudente”, “Lo que lo preocupa a uno es que las piruetas politiqueras afecten la voluntad popular, que no debería ser”. Expresiones que dejan bien claro su estado de ánimo para lanzarse nuevamente. Y debe hacerlo, porque, frente a la realidad, la sentencia de López vive y seguirá vigente.
Sincelejo, 05 de agosto de 2009

1 comentario:

  1. Edie José, pega un jonrrón crítico, como ninguno lo ha hecho sobre un tema tabú de la pedagogía y con una sencillez contundente similar a Micky Mantle o Sammy Sosa. Yo soy de los que trabaja en el sector docente y debe pensar en estrategias para unas pruebas, que además de violar la constitución por estar de espaldas a la diversidad étnica y cultural de la nación, hacen parte de una forma también arcáica de medir la inteligencia, que rediviven al cadaver más exquisito del funcionalismo: Mr. Skinner. Lo voy a compartir con todo mi combo de amigos.
    Gracias Mil Edie
    Nicolás Contreras
    sábado 8 de agosto de 2009

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